"Cuentos en verso para niños perversos"

09.05.2013 20:43

"Cuentos en verso para niños perversos". ¡¡Lo tenemos!!

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Autor: Roald Dahl, il. Quentin Blake
Editorial: Alfaguara
Año de edición: 2008
ISBN: 987-04-0979-3
Cant. de páginas: 40

 

Siguiendo la mejor tradición del humor negro británico, el absurdo y el disparate, Dahl reescribe estos cuentos populares en verso endecasílabo, desde una perspectiva transgresora. El Príncipe de Cenicienta en su particular visión pasa a ser un cortacabezas, la propia Cenicienta prefiere contraer enlace con un fabricante de mermeladas. Blancanieves vive con un grupo de jockers aficionados a las apuestas, que le roban el espejo mágico a la madrastra para conocer por anticipado los resultados de las carreras de caballos. La pequeña e ingenua Ricitos de Oro es una peligrosa criminal en potencia. Juan (el de las habichuelas mágicas) es un ambicioso materialista, que para conseguir más oro manda a su mamá a pelear contra el gigante. Caperucita Roja se convierte en una mujer de armas llevar que poco tiene que ver con la dulce y candorosa niña del cuento de Charles Perrault. El tercero de Los Tres cerditos salva su casa y su pellejo gracias a la ayuda de esta versión snob y recargada de Caperucita.
Cuentos en verso para niños perversos reformula los cuentos tradicionales subvirtiendo la pretención moralizante y paternalista de enseñar algo a los niños. Este libro apuesta por la experimentación y la ambigüedad de sentidos y poéticas que dan lugar a nuevas creaciones por parte de los pequeños lectores.
Como en todos sus libros, el autor presenta protagonistas infantiles que se enfrentan a un mundo adulto muchas veces hostil. Se trata de niños habilidosos, inteligentes, audaces y hasta a veces crueles. Dahl se aleja de la habitual e idealizada representación de la infancia como una etapa edulcorada y ñoña. Sus historias son provocadoras y cargadas de un humor irónico, donde la tensión y la crítica de las relaciones de poder entre adultos y niños son llevadas a la exageración máxima sin ninguna clase de reparos. Este autor ofrece una singular y atractiva síntesis entre provocación, cinismo, y obscenidad, junto con el costado más dulce, tierno, imaginativo, amigable y sensible de la vida.
Las excelentes ilustraciones del consagrado Quentin Blake, inseparable colaborador de Roald Dahl, suman valor a esta obra ya clásica de la literatura infantil. Blake es quien mejor ha sintonizado con la literatura de Roald Dahl, tanto que difícilmente podamos imaginarnos sus libros sin sus dibujos.